Aunque no lo crean, a principios de los 90 la variedad de snacks salados que teníamos disponibles en México era mayor que la que hay actualmente. Sabritas y Barcel tenían un montón de productos que ya no existen. Seguramente no todos tenían muchos fans y por eso ya no existen. En fin, la mercadotecnia tiene sus motivos. Entre esos fenecidos productos uno que recuerdo mucho son las papas fritas Crunch Tato’s.
Las Crunch Tato’s fueron la versión mexicana adaptada por Sabritas de las Crunch Tators de Frito Lay, también ya desaparecidas. Por eso el cocodrilo del empaque. Taters es una forma coloquial de referirse a las papas y, pues, taters, gator (por alligator o cocodrilo), em… Eso pasado por la mente de un no muy buen mercadologo y llegamos a Tators. Crunch Tators, got it? Definitivamente no el mejor branding del mundo.
¿Qué tenían de especial? Se anunciaban como papas muy crujientes y lo eran. Con lo que sé de cocina ahora, casi puedo asegurar que eran papas sometidas a una doble fritura en caldero y por eso eran tan crujientes. De alguna manera eran las Chips de Sabritas. Los sabores eran sal, jalapeño y «a las brasas». Éstas últimas en realidad eran sabor salsa bbq picante y ahumada, de hecho, el nombre original de este sabor en Estados Unidos era Mighty Mesquite. La variedad «a las brasas» era realmente buena, fueron mi snack favorito durante el par de años que existieron.
Y éste era el comercial übercheesy con que se promocionaban. Nótese el pésimo lipsync en el doblaje.
Bueno, las papas de verdad eran buenas. Si no me creen a mí, pueden creerle a Kevin McCallister. Un experto estratega militar como él seguro sabe de snacks.