Hay una lección que debo aprender y es no ignorar a Cloudberry Records. De haber aprendido eso hace tiempo no me habría perdido durante meses de Deals at the Crossroads, un sencillo que salió hace meses de una banda sueca llamada Salt Lake Alley. Tal vez voy a sobrevenderla, pero es que la amé. Es una de esas canciones que me hace sentir que todo importa y que el pop nos salvará. Y no está en Spotify, así que la dejo como apéndice desde Soundcloud.
La cosa sigue de sencillos. Esos héroes llamados Sleaford Mods estrenaron canción esta semana. Estamos hablando de Sleaford Mods, no hace falta decir nada más, ustedes simplemente le dan play. Siguen Stats y Mike Krol; pop para bailar y pop de guitarras respectivamente. Prometen.
Llevo dos semanas dándole tiempo al nuevo álbum de James. No es malo, lo disfruté, pero me provocó ese peculiar efecto de algunas bandas longevas cuyos nuevos materiales me hacen desear escuchar más sus discos viejos. Y la voz de Tim ya no es la misma.
Además de los sencillos, mis favoritos de la semana fueron Gulp y Atmosphere. Gulp hace pop dreamy lleno de synths. Aunque no me habían parecido destacables con su anterior álbum, éste no me suelta y ya le he dado varias vueltas.
Por otro lado, Atmosphere no es algo a lo que regrese de manera muy recurrente, pero cuando los escucho siempre pienso «mierda, son muy buenos, debería escucharlos mucho más seguido» y eso volvió a pasar con su nuevo release. Atmosphere es hip hop con toques muy clásicos que parecen salidos de los late 80s, pero su parte lírica está llena de humor y muchas veces presentan estructuras narrativas muy entrañables. Tienen algo que me recuerda a The Fall, si Mark E. Smith hubiese sido un tipo mucho más articulado. Me gustó muchísimo su nuevo material.
Un tercer top pick es The Black Delta Movement, porque yo no puedo estar sin guitarras y esos duderinos las traen y, mejor aún, las traen con poquito cochambre y cuando hablamos de tacos o de garage eso es algo bueno.
Dos lanzamientos discutibles esta semana. Primero Helena Hauff que en mi opinión trae un nuevo álbum buen-ish, pero monótono. Se trata de un acid house muy cercano al synth pop que es emocionante por algunos minutos nada más, pero si lo dosificas, no está mal.
Y la monotonía también le pesa a Houndmouth. Hacen buen rock pop, estrenaron canciones buenas, pero sólo quiero escuchar una a la vez. Es algo muy Siglo XXI y esta época fragmentaria no es amiga de las grandes obras, sino de las golosinas empalagosas.
La lista cierra con Shy Boys, que les gustarán a quienes disfrutan de las cosas más tranquilas de The Shins.
Play.