The Shacks es una de esas bandas que aparecen de repente sin que me entere de dónde vienen. Es un pop áspero, perezoso y dramático, casi baladezco, casi de garage, que parece estar todavía sudoroso tras un one night stand con una banda de shoegaze. Regados por todo el disco hay pequeños acentos realmente cursis del pop de décadas pasadas; ciertos estribillos, punteos de guitarra, metales que parecen de música de elevador y redobles de esos que le sobraron a la bandas exageradamente blancas de la década pasada cuando querían sonar juguetonas; pero The Shacks hacen que tanta exageración suene exótica al contrastarla con su frialdad. Coolness y melodrama en la misma canción.
Música nueva que debes escuchar: The Shacks – The Shacks EP
